Las previsiones y la alerta de Protección Civil acertaron ayer, aunque se quedaron un poco cortas porque las rachas de viento superaron los 90 kilómetros por hora y provocaron la caída de antenas y tejados, y el desplome de tres de los diez depósitos de vino de 60.000 litros de la Cooperativa vitivinícola de Tobarra, que se encontraban vacíos y que, por suerte, se sujetaron en el edificio adjunto que recientemente ha sido reparado, por las obras que se realizan para abrir una tienda. Los hechos ocurrieron pasadas las seis de la tarde, y hasta el lugar se desplazó el Oficial de Operaciones del parque de bomberos del Sepei de Hellín, José Ferrer Cuesta, con un vehículo de mando y un camión nodriza, acompañado por otros tres bomberos, que decidieron estabilizar los depósitos y llenarlos de líquido (unos 12.000 litros de agua) para evitar que volvieran a caer a causa del viento, que pasadas las ocho y media de la tarde, todavía soplaba con fuerza, por lo que las labores que tuvieron que realizar no estuvieron exentas de peligro.El presidente de la cooperativa, Blas Tobarra, indicó a La Tribuna, que lamentaba que en estos momentos en los que se intenta salir adelante y se están construyendo unas dependencias para venta al público, ocurriera el suceso, pero manifestó su alegría, porque no había que lamentar desgracias personales.
CURIOSOS. Ante la espectacularidad del suceso, muchos curiosos se acercaron por la cooperativa, y desde el exterior o desde los restaurantes y la gasolinera próxima, pudieron comprobar el efecto del viento sobre los depósitos.Ferrer Cuesta dijo que en el día de ayer tuvieron que intervenir en múltiples ocasiones, tanto en Tobarra como en Hellín, especialmente por caída de tejas a la vía pública, aunque afortunadamente sin consecuencias personales. Publicado en La Tribuna el 6 de marzo
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