sábado, 2 de mayo de 2009

EL PRÓXIMO 10 DE MAYO COMIENZAN LAS FIESTAS RELIGIOSAS DEL CRISTO

Las fiestas en honor a los patronos de Tobarra, el Cristo de la Antigua y la Virgen de la Encarnación, se celebrarán este año entre el domingo 10 y el sábado 23 de mayo. El programa de este año se iniciará el domingo día 10 de mayo a las 18 horas se oficiará el Santo Rosario a la Virgen de la Encarnación y a continuación tendrán lugar las tradicionales pujas; una vez terminadas las mismas, se procederá a bajar las imágenes en procesión, hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. . Una de las anécdotas más curiosas referidas a la tradición de las pujas del Cristo, ocurrió en los años sesenta, cuando un vecino ofreció «doce mil duros, que era una cantidad importante en la época; todos estaban sorprendidos y muy contentos, incluido el Hermano Mayor de entonces, José Ruiz, que cuando conoció la identidad de quien había subastado al Cristo, se quedó mudo y pálido, no podía creerse lo que le estaban diciendo porque unos días antes había tenido que prestarle una pequeña cantidad de dinero al pujador para que pudiera comprarse unos muebles para su casa. Lo que ocurrió es que se fue 'calentando' con la subasta, sin darse cuenta de que no tenía dinero para hacer frente al compromiso. La Hermandad decidió pagar la mitad y él se comprometió a abonar el resto poco a poco, lo hizo en tres años, echando un montón de jornales»
SAN VICENTE FERRER
En el programa de las fiestas del Cristo de la Antigua y Virgen de la Encarnación de 2008, José Leandro Martínez-Cardós Ruiz, dio a conocer, por medio de un estupendo trabajo, la visita realizada a Tobarra por San Vicente Ferrer, que predicó en el Santuario de la Encarnación el 24 de abril de 1411; escribió que «entre vítores de una multitud compuesta por todos los habitantes de Tobarra y de los alrededores, por una estrecha y empinada calle de casicas a tejavana sube un fraile, ya mayor -tiene 61 años-, de estatura mediana, bien proporcionado, con frente ancha y lucía calva. Monta un pequeño jumentillo, en cuyas albardas lleva su modesto ajuar: en una, sus hábitos, una Biblia, un breviario y recado para escribir y, en la otra, una pequeña estera que le sirve de colchón. Dos grupos le acompañan, uno de hombres convertidos, rezando alrededor de una imagen de Cristo crucificado y otro de mujeres alabando a Dios, en torno a una imagen de la Santísima Virgen». (LT 2 de mayo 2009)

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